martes, 15 de mayo de 2012

¡Quiero ser Médium!

por Agnaldo Cardoso.

Aunque muchos insistan en afirmar que la mediumnidad es una deuda, antes de cualquier otra cosa, basándose en una afirmación de Emmanuel, (Esa afirmación precisa ser mejor interpretada), en realidad, mediumnidad es un serio compromiso que asumimos conscientemente antes de volver a la carne, sea por sugestión de la espiritualidad superior o por iniciativa nuestra. Mediumnidad es el instrumento de nuestra evolución y oportunidad de reparación de un más que probable pasado de errores. No queriéndola cuando ya estamos aquí, es huir de la responsabilidad, del compromiso, que asumimos en el mundo espiritual, en detrimento de nosotros mismos.

El espiritismo está con nosotros hace ciento cincuenta años y aun hoy la practica mediúmnica claudica en muchas casas espiritas. No son raros los casos en que, en la primera visita, la persona es encaminada al desarrollo de su mediumnidad, mismamente, no teniendo ninguna noción sobre cómo se procesa el intercambio con los espíritus. El resultado de eso, muchas veces, es desastroso: personas quedan apavoradas y con ideas equivocadas sobre el contacto entre los hombres y los desencarnados. Y esa mentalidad es cultivada entre nosotros básicamente, por el poco o ningún estudio doctrinario, sobre todo de las obras básicas. Sabemos que el fenómeno mediúmnico es un buen medio de atracción para los que aun no conocen el Espiritismo, pero no se puede invertir la escala de valores de las cosas. El estudio, la divulgación de la Doctrina Espirita y la reforma intima, fundamentales para la vida futura del espíritu inmortal, deben ser las principales preocupaciones de los espiritas, principalmente de los dirigentes. Millares de personas, golpean las puertas de los centros espiritas, presentando síntomas de mediumnidad, deseando ser asistidas, a fin de librarse del desequilibrio.

Gran parte de los médiums principalmente quieren desarrollar la mediumnidad, mismamente desconociendo completamente lo que esto significa, pues creen que, únicamente, en la sesión mediúmnica, desarrollaran su mediumnidad, sus obsesores serán doctrinados y alcanzaran automáticamente el equilibrio, la paz y la salud. ¡En otras palabras, quieren la conquista mágica y fácil, a través del simple fenómeno mediúmnico! Grupos espiritas, sin conocimiento más profundo del Espiritismo, ansiosos en aumentar el número de trabajadores de la casa, encaminan a personas para la práctica mediúmnica, solamente porque demuestran poseer mediumnidad.

Cuando alertados, muchos dirigentes afirman estar haciendo un acto de caridad, cuando, la verdad, podrán estar promoviendo una tremenda desorganización psíquica, forzando al desarrollo mediúmnico en personas que no están preparadas. El error es más grave, porque la prisa con el fenómeno mediúmnico, convierte el fenómeno más importante que el propio Espiritismo. Y el resultado infeliz, la suma de la poca preparación de los dirigentes, con la persistente mala voluntad de los médiums en estudiar Espiritismo. Repetimos: El estudio continuado, la divulgación incesante de la Doctrina Espirita, principalmente por el ejemplo, y la indispensable y indelegable reforma intima, absolutamente fundamentales para la vida futura del espíritu inmortal, deben ser siempre las principales preocupaciones de los espiritas, principalmente de sus dirigentes.

 Extraído de la “Revista Cristã de Espiritismo” Traducido por Jacob.

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